jueves, 1 de septiembre de 2011

ALIANZA 3ª PARTE

-     ¿Que habéis pensado?- preguntó Sanjes mirándolos.
-     Te acompañaremos hermano, pero será rápido, tenemos que ir con Lobo a su tierra para llevar las hierbas.
-     De acuerdo os esperaremos fuera y partiremos enseguida.
La columna estaba preparada, todos iban a caballo, la indumentaria de la compañía de Sanjes variaba con respecto a las de la frontera por el color, vestían calzas y peto de color rojo fuego, una capa roja cubría todo el cuerpo y la grupa de la montura, el casco tapaba toda la cabeza excepto la cara que iba cubierta con un pañuelo rojo que tan solo dejaba entrever los ojos, tan solo el casco de Sanjes con un pequeño halcón en posición de ataque diferenciaba al príncipe del resto de sus hombres, la indumentaria de los hombres de la frontera en en tono marrón, ideal para incursiones nocturnas y poder mimetizarse de día con el terreno.
-     Vuestras monturas están preparadas. Lobo ese es el tuyo-. Un enorme macho negro que irradiaba una enorme fuerza, ninguna de las monturas llevaba armadura por lo que les convertía en caballería ligera.
Iniciaron la marcha, el comandante de la guardia fronteriza despidió al príncipe Sanjes y volvió a sus tareas. El campamento se fue quedando atrás con su bulliciosa y metódica actividad.
Al cabo de unos kilómetros comenzaron el avance al trote, los bosques inundaban ambos lados del camino, que estaba perfectamente cuidado, manteniéndolo libre de obstáculos para poder realizar los trayectos lo más rápido posible.
A lo largo del camino pasaron pueblos cuyas edificaciones eran todas iguales, tenían dos plantas, grandes ventanales y su color blanco reflejaban la luz del sol. Todos los tejados eran planos con una leve inclinación para desaguar la lluvia y un pequeño murete rodeaba todo su perímetro. Hileras de casas daban un aspecto de orden y simplicidad excepcional. Los pueblos se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Exbic les comentó que los pueblos de las montañas se dedicaban a la minería, sacando oro, piedras preciosas y diversos metales para su propio suministro como para el comercio que permitían. Descansaban para comer y dormían en pequeñas guarniciones que estaban estrategicamente posicionadas a lo largo de todo el camino. Seria imposible que todo el país se viera sorprendido por una invasión sin que esta fuese detectada. Quein miraba todo atentamente, y aunque había viajado alguna vez al país de su amigo, nunca se había internado tanto. El rey recibía a las visitas de otros países en la Isla de los Truenos, cuyas costas eran enormes acantilados contra los que las olas chocaban haciendo un ruido ensordecedor, de hay su nombre, corrientes marinas hacían difícil la navegación haciendo la entrada muy lenta a barcos cuyos capitanes no conocían sus peligros. Atalayas y catapultas defendían todo el perímetro de la isla, haciendo muy difícil que una invasión fructificara sin un gran sacrificio de material, naves y vidas humanas.
Al quinto día tras vadear un río, apareció la capital, Bander, desde la colina donde se encontraban la visión era espectacular, un enorme valle por el que fluían pequeños riachuelos, nacían del río principal Suck que atravesaba el país de norte a sur desembocando en el mar, su nacimiento se encontraba en las montañas fronterizas con los enanos, una sucesión de cadenas montañosas casi imposible de atravesar. Cuatro caminos llegaban a los cuatro puntos cardinales de la ciudad amurallada, situada sobre una colina en mitad del valle. Una primera muralla rodeaba toda la ciudad, tenía cuatro puertas de acceso, dentro, los edificios eran una copia exacta de los pueblos que habían ido dejando atrás, todo estaba edificado con enorme pulcritud y eficiencia, en el centro otra muralla rodeaba la fortaleza del Rey, construida con enormes bloques de piedra negros como la pez, que contrastaban con el blanco de la ciudad, cuatro enormes torreones unían las murallas de la fortaleza y en cada uno de ellos ondeaba la bandera de Loock, tres bandas horizontales roja,marrón y verde con un halcón atacando en el centro, dentro de la fortaleza se encontraban las caballerizas, varios edificios que formaban los alojamientos de la guardia personal del rey y otro edificio principal que albergaba las habitaciones del rey, el salón y la cocina.
La compañía de Sanjes entró en la ciudad y se dirigieron a la fortaleza.
-     Dos días antes hermano, no esta nada mal, recibiremos a padre con todos los honores- comentó Sanjes orgulloso.
Exbic no compartía el entusiasmo de su hermano, temía la reacción de su padre, estaba más que preocupado.

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